COMPONENTES DEL MODELO CURRICULAR DE GLAZMAN E IBARROLA
En el modelo curricular de Glazman e Ibarrola, tal como mencionan Caicedo y Calderón (2016), los elementos centrales del currículum son:
Objetivos: Estos definen las metas educativas que se esperan alcanzar, considerando las necesidades específicas del contexto social y cultural. En este modelo, los objetivos están orientados no solo a lograr aprendizajes académicos, sino también a formar estudiantes críticos y conscientes de su realidad social.
Contenidos: Se eligen los contenidos de acuerdo con su relevancia para el contexto de los estudiantes y su capacidad para facilitar una comprensión profunda de su entorno. Los contenidos están diseñados para que los estudiantes desarrollen una visión crítica y reflexiva.
Metodología: La metodología propuesta es participativa y flexible, lo que permite que los estudiantes se involucren activamente en su aprendizaje. Las estrategias de enseñanza están pensadas para adaptarse a las necesidades y características de cada grupo, fomentando la reflexión y el análisis crítico.
Evaluación: La evaluación en este modelo es continua y formativa, enfocada en medir el logro de los objetivos, pero también en analizar el impacto social del currículum. Esto permite que los ajustes y mejoras se realicen de manera constante, asegurando que el currículum siga siendo relevante y efectivo en el contexto particular de los estudiantes.
Estos componentes trabajan en conjunto para construir un currículum que no solo promueva el aprendizaje académico, sino que también prepare a los estudiantes para entender y transformar su realidad social.
ETAPAS Y SUBETAPAS DEL MODELO CURRICULAR
El modelo curricular de Glazman e Ibarrola, como describen Méndez (s.f.), se organiza en una serie de etapas y subetapas que aseguran una planificación estructurada y un proceso de diseño curricular que permite responder a las necesidades educativas de manera progresiva y adaptativa. Las etapas incluyen:
Determinación de los Objetivos Generales del Plan de Estudios:
- En esta primera fase, se establecen los objetivos generales que orientarán todo el plan de estudios. Estos objetivos reflejan la visión amplia del aprendizaje y el impacto que se busca lograr en los estudiantes, teniendo en cuenta las características y necesidades del contexto educativo.
Operacionalización de los Objetivos Generales:
- Aquí se desglosan los objetivos generales en objetivos específicos más detallados y manejables. Estos objetivos específicos se agrupan en conjuntos de acuerdo con su relación o área de conocimiento, lo que facilita una organización más precisa y un enfoque directo hacia cada aspecto del aprendizaje.
Estructuración de los Objetivos Intermedios:
- Esta etapa implica jerarquizar los objetivos intermedios, organizándolos en un orden que refleje la progresión lógica del aprendizaje. Se establecen metas de capacitación gradual, lo cual permite que el aprendizaje avance de manera escalonada, adaptándose al ritmo y desarrollo de los estudiantes. La estructura de estos objetivos asegura que el proceso de aprendizaje esté alineado con los objetivos generales y específicos.
Evaluación del Plan de Estudios:
- La evaluación es un proceso integral y continuo en este modelo. Incluye tres niveles:
- Evaluación del plan vigente: Analiza el impacto y la efectividad del plan de estudios actual.
- Evaluación del proceso de diseño: Examina cómo se desarrolló el diseño curricular, para asegurar que el proceso siga siendo relevante y alineado con las metas educativas.
- Evaluación del nuevo plan: Se evalúa el plan curricular actualizado o recién implementado, permitiendo identificar áreas de mejora y realizar ajustes continuos.
- La evaluación es un proceso integral y continuo en este modelo. Incluye tres niveles:
Cada una de estas etapas y subetapas garantiza que el currículum sea relevante, flexible y adaptado a las necesidades de los estudiantes y de su contexto, cumpliendo con el objetivo de formar individuos capaces de analizar y contribuir a su entorno social de manera crítica.
CARACTERISTICAS ESENCIALES
Según Frida Díaz Barriga (1993), el modelo de Glazman e Ibarrola establece tres características esenciales que deben guiar la elaboración de los planes de estudio para asegurar su efectividad y adaptabilidad:
Ser Verificable:
- Esto implica que los planes de estudio deben poder evaluarse de manera objetiva, permitiendo medir los resultados y el cumplimiento de los objetivos planteados. Al ser verificable, el currículum debe incluir criterios claros de evaluación que hagan posible determinar si los aprendizajes y las metas educativas se están alcanzando según lo previsto.
Ser Sistemática:
- La sistematicidad en el plan de estudios significa que el proceso de diseño curricular debe seguir una estructura lógica y organizada. Todas las etapas y subetapas deben estar interconectadas de manera coherente, garantizando que los objetivos, contenidos, metodologías y evaluaciones formen un sistema estructurado y alineado con las metas educativas generales.
Ser Continua:
- La continuidad implica que el currículum no es un producto final, sino un proceso dinámico y en constante evolución. Debe permitir revisiones y ajustes frecuentes, de acuerdo con las necesidades emergentes de los estudiantes, del contexto social y de los avances en la pedagogía. Esto asegura que el plan de estudios permanezca relevante y se adapte a los cambios en el contexto educativo y social.
Estas características aseguran que el modelo de Glazman e Ibarrola sea un enfoque práctico y flexible que responde tanto a las demandas inmediatas de la educación como a los cambios a largo plazo, manteniendo siempre un vínculo estrecho entre el currículum y el contexto social en el que se aplica. Por último, es necesario mencionar que el este modelo incorporaba a las audiencias de las comunidades educativas como determinantes en el diseño del plan de estudio.
Ventajas y Desventajas del Modelo de Glazman e Ibarrola
Ventajas:
- Adaptación a Contextos Específicos: Este modelo permite adaptar el currículum a las características particulares de cada comunidad, asegurando que sea relevante y útil.
- Enfoque Crítico y Social: Promueve una educación consciente y crítica, formando estudiantes que entienden su realidad y pueden contribuir al cambio social.
- Flexibilidad: Permite realizar ajustes continuos y adaptarse a los cambios de la sociedad.
Desventajas:
- Complejidad en el Diagnóstico: La etapa de análisis del contexto puede ser compleja y requiere recursos y tiempo para llevarse a cabo de manera efectiva.
- Dependencia de la Participación Comunitaria: La efectividad del modelo depende de la participación activa de la comunidad educativa, lo cual puede ser un reto en algunos contextos.
Ejemplo Práctico del Modelo de Glazman e Ibarrola
En una escuela situada en una zona rural con alta migración, los docentes y administradores deciden aplicar el modelo de Glazman e Ibarrola. Primero, realizan un diagnóstico inicial, en el cual identifican que muchos estudiantes provienen de familias con baja escolaridad y enfrentan problemas de deserción debido a la migración.
A partir de este diagnóstico, los docentes definen objetivos orientados a desarrollar habilidades prácticas y conocimientos útiles para la vida diaria y el trabajo en su contexto rural. Seleccionan contenidos que incluyan temas sobre agricultura sostenible y derechos laborales.
Para la implementación del currículum, los docentes organizan actividades que permiten a los estudiantes participar en proyectos de cultivo, observación de prácticas agrícolas locales y discusiones sobre temas laborales. Al final de cada etapa, se realiza una evaluación continua en la cual se mide no solo el aprendizaje, sino también el impacto del currículum en la comunidad.
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